“Pilar
Martínez imputada por la Audiencia Nacional”, así comienza un
artículo de opinión del conocido blog local “Un periodista en
Villa”, del ex director de La Prensa de Villa, Miguel Ángel Prieto
(o MAP).
Acto
seguido, hace referencia al motivo por el que, -sin indagar
extensamente- ha sido citada a declarar como investigada el próximo
12 de septiembre, por un presunto posible delito en la compra de una
filial por parte de la empresa pública autonómica Canal de Isabel
II.
Sobre
el motivo y todo el procedimiento judicial, una persona, como yo, que
no conoce con exactitud los autos dictados por el juez y la totalidad
de la instrucción del procedimiento judicial, lo primero a lo que se
atiene, como debería ser por parte de todos en una democracia como la
española, es al derecho a la presunción de inocencia, y sobretodo, al respeto
a las decisiones judiciales, aunque se puedan criticar cuando la Ley
bajo la que dictan sentencia no recoja el sentir de la sociedad.
Tampoco
voy a elegir qué “imputación” vale más o menos,
independientemente del órgano judicial que la tome, los jueces al
tomar decisiones en su marco de actuación, buscan esclarecer los
hechos e indagar si pudieron existir delitos. La sociedad, que cree
en la división de poderes, incluso aunque veamos día a día que hay
que trabajar más en eso, no puede predecir el futuro y dictar
sentencia por adelantado, ¿qué ocurriera, si nos pasara a nosotros?
Inocente o culpable, ¿no existe o debe existir, un respeto a la
persona? ¿no nos gustaría que confiaran en nosotros, hasta que un
juez, de forma objetiva y basado en la jurisprudencia y en la
legislación, determinara los hechos? Los medios de comunicación
son quienes instauran esa doctrina del juez mediático. Es una
realidad. ¿Cuántos políticos son absueltos de los procedimientos
judiciales en los que son investigados o “imputados”? ¿Cuánta
cobertura informativa y mediática se ofrece cuando un político
(especialmente del Partido Popular, digase de paso) es imputado? ¿Y
cuando es absuelto? Reflexionemos. Yo quiero creer en una sociedad,
ante todo, respetuosa.
Yo
no voy a hablar de lo que como digo, no conozco. Qué diría de mi
hacerlo. (En ocasiones, todos, lo hacemos, y cuánto ganaríamos si
no lo hiciéramos).
Después
de un análisis sobre diferencias entre “imputaciones”, habla
sobre si Pilar Martínez, podría liderar la regeneración política
en Villaviciosa. Cito; “liderar
la regeneración política desde el Partido Popular en
Villaviciosa, sobre
todo por lo que la significa como representante de la vieja
política”.
Debo
admitir que una fibra sensible que tengo, hablando de política, es
diferenciar entre vieja y nueva política. Ni lo he entendido ni lo
voy a entender nunca. ¿Qué es vieja política? ¿Qué es nueva
política? Y, luego, además, el citado artículo posiciona como
representante de dicha “vieja política”, a Pilar Martínez,
presidenta del PP de Villaviciosa de Odón desde junio de 2017. Nada
más lejos de la realidad.
La
'vieja política' no es más que entender la política como una forma
opaca y autoritaria de ejercer el poder, y 'la nueva política' no
es más que tener actitud vocacional. La política trata de las
personas, nunca de cosas. Por eso no hay ni vieja ni nueva política,
hay personas con claro compromiso político y personas con no tan
claro compromiso político. No va relacionado con la gestión, pero
yo elijo a quién tiene actitud vocacional por la política y compromiso para con tus vecinos, amigos, trabajadores.
Habla
de su manera de entender el poder, cito: “uno
es el que manda y los demás más vale que cumplan su voluntad”,
“su
complicidad con quienes sostienen que sigamos siendo un municipio de
caciques”
“su
anacrónica convicción de que sin el apoyo de una publicación
como Círculo
de Opinión
no
se pueden ganar unas elecciones
“ “su
cultura por tanto de que el fin justifica los medios; en
definitiva, que represente todo aquello que queremos que dejen de
representar los políticos para que volvamos a creer en ellos.
“
Otra vez, nada más lejos de la realidad.
En
cuanto a la publicación Círculo de Opinión le dedica unos
adjetivos en nombre de una denominada Plataforma Cívica.
Hasta
aquí voy a tener que admitir que, desde junio de 2017 conozco a
Pilar Martínez, desde que lejos de representar todo lo que
anteriormente he citado en el párrafo anterior que menciona dicho artículo, decidió dar un
paso al frente y anunciar su candidatura a la presidencia del PP
local, convencida de que otra forma de ejercer la política es posible. Concejal desde 1983 hasta
1999, siendo alcaldesa de Villaviciosa de Odón desde 1991 a 1999.
Diputada regional desde 1999 hasta 2003, al tiempo que ejercía como
Consejera de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid. Desde 2003
hasta 2011, concejal del Ayuntamiento de Madrid, como delegada de
Economía y Participación Ciudadana, desde 2003 a 2004, y como
delegada de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, desde 2004 a
2011. Entre 2012 y 2014, fue Directora General de Arquitectura,
Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento. Credenciales políticas
que alaban, según yo entiendo, los resultados de las políticas que,
en sus puestos de responsabilidad, ha ejercido.
Volviendo
al artículo, éste indica, cito: “ cuando
la escuchas justificar por ejemplo comportamientos inmorales o
actuaciones con ausencia de toda ética, porque nada hay reprobable
mientras un tribunal no lo condene, dejando
claro que lo de la ejemplaridad de los políticos no sabe de qué
va”,
y añade, “pero
se olvida de todo lo dicho cuando le interesa”.
La
presunción de inocencia es un derecho que tenemos todos los
ciudadanos. Derecho a que, independiente de lo que podamos opinar de
sus actos, se respete el principio de separación de poderes y sea un
juez el que ejerza de juez, y no seamos verdugos ansiando un motín
como si de un logro se tratara. ¿Los políticos no son personas? La
ejemplaridad de los políticos, que todos exigimos, no impide el
respeto del derecho fundamental de la presunción de inocencia, ¿o
es que hay un poder de facto superior al Judicial que juzgue una
evasión de la ejemplaridad del político? Lo dudo.
Diciendo
todo sin decir, alude a la situación del alcalde de Villaviciosa de
Odón, José Jover Sanz, que ha sido citado a declarar como
investigado por un presunto delito que investiga la Fiscalía de
Móstoles, junto a otros concejales, también citados como
investigados. ¿Quién soy yo para juzgar algo que desconozco? ¿No
es si no la Justicia, la única que debería determinar los hechos?
Yo pienso que sí, porque no me atrevo a prejuzgar, ¿quién sería
si, desde el desconocimiento, lanzara acusaciones que pudieran no ser
ciertas?
Como
he dicho que no voy a hablar de lo que no conozco, no puedo hablar de
lo que significó para mi municipio (nuestro), la gestión de Pilar Martínez como alcaldesa. Pero sí
conozco a gente que puede explicar, de forma objetiva sin partidismo ni ideología ni nada, lo que
significó. Desde familiares hasta amigos. Mis padres (yo aún no
había nacido) llegaron a Villaviciosa de Odón en 1995,
concretamente en El Bosque, y de las muchas cosas que se hablan,
sobretodo cuando se habla de cómo se ve Villaviciosa, se habla de
que la mejor alcaldesa que ha tenido Villaviciosa de Odón ha sido
Pilar Martínez. Confío en conocerlo.
También
se habla de que llevamos muchísimos años con un municipio
estancado, sin ningún atractivo, con una política dividida y sin
acción, y que además ha abandonado a muchos vecinos en Campodón,
El Bosque... Las carreteras, quién conduzca asiduamente por
Villaviciosa, ¿qué adjetivos ponemos? ¿y los reductores de
velocidad SIN NINGÚN ESTUDIO PREVIO ni lógica humana imperante en
sus posiciones? ¿las aceras inexistentes en muchos puntos? ¿la
limpieza de las calles, y su olor? ¿el atractivo turístico y medio
ambiental y su cuidado, incluso aunque “no le competa”? ¿su
promoción del comercio local, de la inversión empresarial y del
desarrollo local para atraer empresas y en definitiva, crear empleos
en el municipio?
De
eso, todos hablamos, todos. Yo digo que Villaviciosa está parada, yo
digo que el alcalde, como máximo representante de la Junta de
Gobierno Local tiene su responsabilidad, pero también digo que la
tiene también la oposición, aunque esto merecería un artículo con
mención aparte.
Para
concluir, sobre el citado artículo, éste acaba con una contundente
frase: “En
fin, que lo de estar imputada es solo un motivo más para reflexionar
si el de María Pilar Martínez es el perfil político que queremos
para nuestro municipio.”
He
hablado de que conozco a Pilar Martínez desde junio de 2017, y
además, he hablado también de su trayectoria y de qué he oído yo
cuando he preguntado. Nadie podrá acusarme de hablar desde el
desconocimiento, y explicaré por qué fue en junio de 2017 y no en
mayo de 2013 (por ejemplo). Con motivo de la Asamblea Local del PP,
acudí a una charla del proyecto para el Partido Popular como
“semi-integrante” (estaba en proceso) en ese momento de Nuevas
Generaciones de Villaviciosa de Odón. Había dos candidaturas, con
lo que había escuchado en la charla, más lo que ya había oído,
fueron un atractivo más para creer en el proyecto que tiene el PP
para Villaviciosa. En ese momento, era su proyecto para el PP. Ahora es y será el proyecto del PP para Villaviciosa. Y así lo eligieron, -yo no pude votar, aunque lo hubiera hecho- la gran mayoría de los afiliados del PP local.
Reflexionando sobre el perfil político de Pilar Martínez, voy a
explicar cuál es, según lo que yo he visto y comprobado: trabajo, dedicación, compromiso, dedicación,
trabajo, compromiso, trabajo, trabajo y luego un poco más de trabajo. Y no como muchos
pudieran creer, cobrando miles o millones de euros de un sueldo o cargo
público, si no por la convicción de que un cambio en Villaviciosa
de Odón y bajo la mano del Partido Popular, es posible.
Por
lo que yo conozco, no voy a plantearme ninguna duda. Absolutamente ninguna.
Está
claro que entre la opinión suscitada en dicho artículo, y la mia,
en la gran mayoría de los aspectos, hay un abismo. Yo entiendo la
política como una forma de solucionar problemas, de buscar consensos
y diálogos por objetivos comunes, no por ideología. No creo en
hacer política a costa de criticar al rival, si no demostrando que
el proyecto político que se representa, es mejor y más beneficioso.
Voy
a poner un caso. Una persona lleva trabajando, cotizando a la
Seguridad Social como autónomo claro, durante 37 años. Levántate a
las 8, llega a casa a las 21 y duérmete a las 23 para el día
siguiente volver a hacer lo mismo. Un día, notificación judicial y
esta persona es denunciada por un presunto delito de evasión fiscal.
No había cobrado el IVA ni emitido facturas en diferentes trabajos.
¿Quién soy yo para juzgar por un hecho concreto, en un momento
concreto, a una persona? ¿Es que acaso, que sea “imputado”, bajo
unos presuntos hechos, significa que es lo que realmente ocurrió?
Sería muy atrevido por mi parte reflexionar sobre si ese tipo de
trabajadores o empresarios es el que un país requiere.
Algunos
podréis pensar, no es lo mismo, un político no se levanta a las 8,
o que cobra mucho más y no trabaja tantas horas, y un largo
etcétera. Al final, todo se reduce a un hecho concreto en un momento
concreto, y no sería ético ni procedente poner en duda el trabajo,
el compromiso y la integridad de una persona por eso.
Para
la reflexión, dejo una cita del filósofo Karl Popper: “La
sociedad abierta es aquella en la que los hombres han aprendido a ser
en cierta medida críticos de los tabúes, y basar las decisiones
sobre la autoridad de su propia inteligencia.”
Y
para concluir con mi artículo, una cita del físico Albert Einstein;
“¡Triste
época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un
prejuicio.”
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